El modelo sistémico, ha llegado a ser en los últimos años uno de los que más popularidad ha alcanzado, no sólo en la psicoterapia sino también en el bienestar social, en las organizaciones, el trabajo social, la salud, y en la resolución de problemas escolares. Esto no es un asunto del azar, la razón de la importancia que ha tenido el modelo sistémico, se da en el hecho de que se centra en el trabajo con la familia, considerada el centro de la vida social pues son pocas las cosas que ocurren en nuestra sociedad que no tienen que ver directa o indirectamente con ella, ya que este es un grupo socio-afectivo primario.

Al respecto de la crianza de los hijos se han escrito un sin número de textos y tratados que se centran en técnicas de uno u otro tipo que, promueven el ser padres “exitosos” o lo que algunos llama “padres ideales”. En la mayoría de los casos cuando se trata el tema de la crianza o la paternidad responsable, se aborda a partir de los hijos, es decir, cómo hacer que ellos quieran ser colaboradores en la construcción, desde la perspectiva que tienen los padres, de lo que los hijos deben ser.

Cuando algunos padres llegan a mi consulta, les escucho con alguna frecuencia decir “nadie nos preparó para ser papás”, “nadie nos enseñó”. Y hay que reconocer que algo de razón hay en estas frases.